La capacidad de las personas para afrontar las adversidades que se presentan a lo largo de nuestra vida se llama RESILIENCIA. Superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo, cambio de status social, ruptura de pareja, etc forman parte de nuestro bagaje y hemos de ser capaces de afrontarlas de la mejor manera posible.
En realidad todos estamos preparados para las situaciones más duras y difíciles de la vida, lo hemos demostrado de sobras en muchísimas ocasiones porque nuestra capacidad de ser resilientes es innata, pero también podemos trabajar para fortalecer la propia resiliencia y hacernos fuertes de cara a superar todo lo que nos venga a lo largo de la vida con mejores condiciones.
¿Cómo puedes ser más resilientes?
¿Qué te ayuda a aumentar la resiliencia personal?
Ser resiliente no es un rasgo de personalidad sinó que es una característica que se desarrolla y se aprende.
Hoy hablaremos de lo importante que es llevar una vida sana para fortalecer nuestra resiliencia.
Si tenemos buenos hábitos y costumbres sanas podremos afrontar con mejores condiciones todas las adversidades, grandes y pequeñas, que nos vayámos encontrando en la vida.
¿De qué hablamos cuando decimos que es importante llevar una vida sana?
Pues de cuidar aspectos básicos de la salud física y mental.
A continuación te dejo una lista de aspectos que puedes cuidar, fomentar y que te ayudaran a llevar una vida sana y por tanto ser más resiliente:
Mantener una buena alimentación, sin saltarse comidas y llevando una dieta equilibrada de todo lo que tu cuerpo necesite ingerir.
Hacer ejercicio físico regular, como mínimo dos o tres veces a la semana.
Tener una buena higiene del sueño, descansando y durmiendo lo que tu cuerpo necesite para funcionar en condiciones. Habitualmente entre 7 y 8 horas es suficiente.
Combinar tiempo de trabajo con tiempo libre haciendo actividades que te gusten y pasando tiempo con personas que te hagan sentir bien y cuidar tu salud realizando las visitas necesarias a tu centro de salud y siguiendo las indicaciones de los médicos.
Seguramente podríamos seguir con una lista más larga de consejos para llevar una vida sana,
¿verdad?
Unos de los pilares básicos para fomentar nuestra resiliencia está en la capacidad que tenemos de entrenarnos y conseguir establecer hábitos y rutinas para el día a día, pequeñas metas cotidianas, que nos ayudaran a desarrollarla.
Conseguir ser más resilientes es enfrentarnos a las adversidades de forma que nuestras emociones no tomen el control de todos nuestros actos.
Es por eso que resiliencia y inteligencia emocional están relacionados.
Si aceptas tus emociones, cambias tu vida.
Anna Romeu, colegiada nº 11336 del COPC
Presidenta Emergencias del COPC y representante Española en EFPA Crisis & Disaster División
Especializada en Educación Emocional, Terapias y Formaciones
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