El amor es una necesidad, todos queremos amar a alguien y ser queridos, es un estado que nos llena y nos hace sentir bien, al tiempo que también nos puede hacer sufrir o incluso nos duele. A través del amor y sus diferentes expresiones las personas nos relacionamos y perpetuamos la especie, en realidad.
Así que, en definitiva, el amor es lo que mueve
nuestro mundo.
Hay muchos mitos sobre el hecho de encontrar el príncipe azul, la media naranja, esa persona especial que llena la totalidad de nuestra existencia.
Todos tienen una base de realidad pero son falsos en su totalidad, ya que tienen una duración relativa en el tiempo del ciclo del amor, vamos a ver por qué.
Desde el punto de vista neurológico, el amor está asociado a tres circuitos neuronales diferenciados, que en realidad conforman lo que a partir de ahora llamaremos
El Ciclo del Amor.
La atracción sexual, aquel primer momento en que la conexión física es más intensa
El enamoramiento, la etapa de la idealización y la obsesión por la persona amada
El amor propiamente dicho, la etapa más larga de vinculación emocional
Cuando, entre todas las personas que potencialmente pueden atraernos o podemos ver como posibles parejas, nos focalizamos en una sola y se convierte en nuestro objeto de deseo, entramos en la fase del enamoramiento.
Esta fase es la de la fijación casi obsesiva, la persona de la que nos enamoramos ocupa la mayor parte de nuestro pensamiento y es la motivación final de muchos de nuestros actos.
Se produce también entonces un fenómeno de idealización importante, en el que vemos en la persona amada todas las virtudes y muy pocos defectos (o ninguno). En este momento es cuando creemos que hemos encontrado la persona ideal, nuestra media naranja, ese ser que nos complementa en su totalidad y del que no podemos prescindir.
Evidentemente, este hecho tiene una base fisiológica y evolutiva concretos, es el mecanismo a través del cual las personas nos unimos y nos reproducimos, manteniendo así la continuación de la especie.
Es en este momento cuando más actuamos como si tuviéramos verdadera necesidad del otro, como si esa persona fuera la única que nos puede hacer felices y la única que nos puede complementar por completo.
Es en este momento del ciclo del amor en el que la pareja ideal existe, el mito se convierte en realidad y nos sentimos como si estuviéramos viviendo una película de Hollywood.
Lo que viene después, ya es otra historia ...
Si aceptas tus emociones, cambias tu vida.
Anna Romeu, colegiada nº 11336 del COPC
Presidenta Emergencias del COPC y representante Española en EFPA Crisis & Disaster División
Especializada en Educación Emocional, Terapias y Formaciones
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