El Pol y la Martina llevaban años casados y habían ido hacía adelante con los objetivos que se habían propuesto. Su vida era satisfactoria en general, pero no exenta de dificultades que habían afrontado conjuntamente.
Y ahora que ya podían vivir sin problemas económicos ni preocupaciones por los hijos veían que discutían más que nunca y que estaban a punto de separarse.
Una investigación del Dr. Gottman, una eminencia en investigación psicológica dice que las parejas que funcionan tienen una ratio de 5 interacciones positivas por cada interacción negativa durante las discusiones.
Según sus estudios, las parejas que no cumplen esta ratio durante sus discusiones tienen un índice de separación significativamente mayor. Y fuera de las situaciones de conflicto, también encontró que las parejas que funcionan tienen una ratio de 20:1, es decir, 20 interacciones positivas por cada una negativa.
Es un estudio interesante porque nos enseña que lo que predice el éxito de una pareja no es si se discute o no (no hay pareja sin conflicto) sino cómo se discute.
Así, aprendiendo a discutir
vamos a mejorar la felicidad
y el bienestar a la pareja.
Además, puede trasladarse este aprendizaje al funcionamiento general de la pareja y aumentar la sensación de bienestar general. Por tanto, podemos aprender a tener una buena pareja, si hay un esfuerzo por parte de los dos.
¿Qué entendemos por interacciones negativas que deberían evitarse durante las discusiones con nuestra pareja?
Algunos ejemplos serían:
Utilizar la crítica general
Tener una actitud defensiva
Quejarse constantemente sin aportar posibles soluciones o alternativas
Levantar la voz durante la discusión
Las parejas que se consideran felices no son las que nunca discuten; esto es inevitable, entre dos personas hay siempre dos intereses diferentes y por tanto conflicto en potencia.
Lo que predice el éxito de una pareja es la forma en que se discute y cómo se llega a cerrar aquella discusión, aunque sea un conflicto que se repite en el tiempo.
El Pol y la Martina estaban perdiendo la habilidad de discutir y necesitaban recuperar la ratio 5:1. Afortunadamente, después de la terapia consiguieron volver a tener una relación satisfactoria y evitaron así su separación.
Si aceptas tus emociones, cambias tu vida.
Anna Romeu, colegiada nº 11336 del COPC
Presidenta Emergencias del COPC y representante Española en EFPA Crisis & Disaster División
Especializada en Educación Emocional, Terapias y Formaciones
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