Aprender a gestionar nuestro tiempo para dominar nuestras tareas en vez de ser dominados por ellas.
Adquirir habilidades para saber gestionar nuestra propia energía, tomar conciencia de lo que de verdad importa y mejorar así nuestra productividad.
Aprender a priorizar y distinguir entre importante, urgente, prioritario sin dejarnos influir por los hechos exteriores que el factor principal de una mala gestión de nuestro tiempo.