Las emociones básicas, las que tenemos todos sin excepción, son reacciones energéticas que nos impulsan a movernos. Son, por tanto, tan necesarias para nuestra supervivencia como comer, beber o dormir.
El miedo, la tristeza, la alegría o la ira son emociones universales.
¿Qué podemos hacer con ellas?
En primer lugar, ser conscientes de que las sentimos.
Ponerle nombre a lo que estamos sintiendo automáticamente transforma esta emoción en algo consciente que podemos utilizar a nuestro favor.
Es maravilloso ser consciente de que estás sintiendo algo y de que esta emoción tiene un impacto en tu cuerpo.
Cultiva esta habilidad:
Cada vez que notes que una emoción fuerte, intensa, se apodera de ti, intenta buscar su expresión corporal. Verás que rápidamente le encuentras el beneficio, como tu cuerpo calma esta emoción y la transforma en algo diferente, más llevadera, más gestionable.
Nuestro cerebro está unido al cuerpo por innumerables nervios y los dos comparten información constantemente.
Podemos utilizarlo también para calmar las emociones que nos son difíciles de manejar y también para amplificar aquellas emociones que nos hace bien tener.
¿Quieres aprender a mejorarlo?
Anna Romeu, colegiada nº 11336 del COPC
Presidenta Emergencias del COPC y representante Española en EFPA Crisis & Disaster División
Especializada en Educación Emocional, Terapias y Formaciones
ENTRADAS RECIENTES
