Aproximadamente el 20% de las personas somos PAS, personas con alta sensibilidad. De estas, aproximadamente un 15-20% somos también extrovertidas y sociables.
Mirado así, somos la minoría dentro de la minoría, un tipo de personas con alta sensibilidad que también tienden a querer estar con gente a menudo y a las que les gusta compartir sus intimidades con un grupo más o menos grande de amigos.
La mayoría de las personas con alta sensibilidad son introvertidas y poco sociables, seguramente por una cuestión evolutiva; es mucho más fácil ser poco sociable y tener la necesidad de aislarse la mayor parte del tiempo cuando estar con gente es tan abrumador y estimulador. Y es más fácil no tener la necesidad de compartir las intimidades con demasiada gente cuando es la relación con la gente la que suele ser fuente de activación emocional, con las dificultades que ésta conlleva.
Extroversión y sociabilidad no son exactamente el mismo rasgo de personalidad pero se encuentran juntos muy a menudo.
Las personas sociables son aquellas que necesitan estar con gente, compartir tiempo y actividades con otras personas, no les gusta pasar demasiado tiempo solas. Cuando además son personas con un nivel de extroversión alto, también necesitan hablar de sus cosas con los demás, compartir lo que les pasa y no quedárselo dentro. Como he dicho antes, no siempre se encuentran al mismo tiempo en la misma persona pero muy a menudo sí.
Para una persona sociable y más bien extrovertida, el rasgo de la alta sensibilidad
se convierte en una bendición y un problema
a la vez.
Tener alta sensibilidad te ayuda a hacer sentir bien a las personas que están a tu alrededor; tienes mucha facilidad para ponerte en el lugar del otro y hacer que se sienta cómodo a tu lado, las conexiones sociales son mucho más fáciles si uno de los dos es PAS.
Asimismo, por la gran facilidad de hiperactivarse y por la dificultad de encontrar
el límite entre satisfacer las necesidades de
los demás y defender las propias, ser PAS y sociable puede ser realmente desgastante.
Recordemos que una de las tareas más importantes de la persona con alta sensibilidad es la de conocer su rasgo y adaptar su vida a su manera de ser, respetarse. Entonces, si también se reconoce como sociable, también necesitará facilitarse la relación con personas tan a menudo como necesite.
Y si se reconoce como extrovertida, también debe construirse un círculo bastante amplio de personas de confianza a quien contar las cosas. Pero también debe tener claro cuáles son sus propios límites y cuando su sociabilidad choca con su alta sensibilidad.
Por este motivo, si eres PAS y sociable y/o extrovertido, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Busca un entorno de personas que puedan entender y respetar tu rasgo de personalidad. Que seas sociable no significa que todo el mundo sea adecuado para relacionarte con él/ella.
Comparte con tu entorno habitual información sobre tu rasgo. Una manera de protegerte es haciendo que los demás lo tengan en cuenta.
Aprende a conocer las señales de tu cuerpo. Cuando la sociabilidad choca con la excesiva estimulación que sientes, tu cuerpo te envía señales (de cansancio, de mal humor, etc.)
Juega con la alta sensibilidad y la sociabilidad: busca estar con gente y aprende a detectar el momento de retirarse.
Aunque seas sociable, busca momentos de soledad y de estar contigo mismo / a. Es importante tener estos momentos de intimidad con uno mismo para observar y detectar las propias necesidades.
Busca personas de confianza en quien puedas confiar plenamente y que sepan entender y respetar tu rasgo de PAS. Así encontrarás el equilibrio entre tu extroversión y tu alta sensibilidad.
Ser altamente sensible es una riqueza para todo tu entorno, aparte de ti mismo/a. Si tu personalidad te permite compartir tu mundo interior con los demás, todos saldremos beneficiados.
Anna Romeu, colegiada nº 11336 del COPC
Presidenta Emergencias del COPC y representante Española en EFPA Crisis & Disaster División
Especializada en Educación Emocional, Terapias y Formaciones
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